Llevaba un mes sin escribir. En este tiempo he visto y leído tantas cosas que me han producido tanto asco, que no he sido capaz de encontrar ánimo suficiente para actualizar el blog. No hay más que echar una mirada a las hemerotecas para ver cómo se descomponen las cosas a velocidad de vértigo. En fin, no voy a escribir de eso, no me apetece lo más mínimo. Me apetece escribir sobre mi gran afición, el basket, especialmente después de un fin de semana trepidante, con la celebración de la Copa del Rey (cuántas ediciones le quedan de llamarse así?). Y es que hemos vivido una Copa extraordinaria, intensísima, bárbara. Faltan calificativos. Lástima la final...
La ACB, cuyas cabezas pensantes no parece que rijan excesivamente bien en lo que respecta al formato de la liga regular, han acertado, en cambio, plenamente en lo que respecta al formato de la Copa. Todo tiene un pero: probablemente, el Real Madrid llegó más cansado que el Barcelona, porque ha jugado tres partidos en tres días, mientras que su rival pudo descansar entre el primero y el segundo. Entiendo que para el espectáculo es más rentable, y se agradece, este formato de 4 días, pero también creo que hay que estudiar el impacto de la falta de descanso. Especialmente en esta ocasión, en la que el Madrid tuvo un desgaste singular (motivado, todo hay que decirlo, por sus propias carencias) en las dos eliminatorias previas.
Una sorpresa relativa el triunfo del Barcelona. Después de la desastrosa campaña que lleva, y teniendo en cuenta que se clasificó casi de rondón, acudía de tapado. Salvado fácilmente el escollo de la gran decepción, el Unicaja, tuvo una semifinal inopinadamente sencilla frente al DKV. Por tanto, llegó a la final con mucho menos desgaste que su rival. Soberbio Navarro y un sobre todo Trías que apunta a lo más alto. No sé si el MVP le correspondía a él o a Felipe Reyes, aunque siempre el ganador cobra ventaja.
Recuperado el Madrid para la alta competición, y después de una primera vuelta soberbia, le ha faltado el punto de competitividad necesario para llevarse el título. Probablemente el desgaste físico de la semifinal a muerte con el TAU, o la bisoñez de Plaza. Pero sólo se aprende a ganar finales jugándolas, así que ya ha tomado la primera lección. Fatal en la final Raúl López, y es que sin un base que dirija volvemos a los disparates de la era Maljkovik. Bullock hizo un increíble partido en cuartos, y se marchó. No digamos Smith... Sólo dieron la cara hasta el final Felipe (para mí, repito, MVP) y Hervelle.
Tau y DKV cayeron en semifinales, más previsible lo primero que lo segundo. A los vitorianos les falta, claramente, Pavlovic. Cuando esté recuperado, serán todavía más temibles. Me da la impresión que a Perasovic le falta un hervor... DKV tenía todo de cara para llegar a la final, pero le faltó algo... quizás esa mezcla de veteranía y juventud, con poco talento dentro, no haya fraguado demasiado bien. Bennett está para jubilar, no?
Fracaso estrepitoso de Unicaja. No tiene paliativos. Scariolo ganó la liga, y se echó a dormir. Tanto se nota Garbajosa?. No creo. Es que Jimenez es un cuatro puro?. Pues tampoco. Puede jugar unos minutos en esa posición, está claro, pero no plantear todo un partido en torno a esta táctica. Creo que no saben a qué juegan, y tienen grandísimas carencias en todas las posiciones, al menos mientras que sus referencias no recuperen el nivel de forma adecuado. Gran Canaria, unos jabatos. Pocos recursos, pero exprimidos hasta el final. Cayeron con todo el honor del mundo. Akasvayu, también decepcionante, aunque, al menos, dieron la cara en su cruce con la Penya. Caja San Fernando tuvo su premio con la calificación y lo disfrutó.
Ahora, a terminar la insulsa fase de liga regular, y a ver cómo digieren los equipos estos resultados. Sobre todo, el impacto en el Barcelona, que deberá ir muy arriba, y en el Madrid, que corre el riesgo de desinflarse. Sería una lástima, en basket español no puede perder una referencia como la blanca...
