lunes, 25 de junio de 2007

Doblete


Y también campeón el Real Madrid de baloncesto. Repuesto del nefasto recuerdo de Maljkovic, que ha demostrado su actual situación en el Tau, ha terminado por la vía casi rápida con el Barça de un Ivanovic al que no he visto demasiado centrado. No resta ni un ápice de valor al triunfo del Madrid el hecho de que tenía enfrente un equipo con problemas de concentración. No tiene demasiado sentido que un equipo con la potencia de fuego exterior de los blaugranas (Navarro, Lakovic, Basile...), sólo anotara en el partido decisivo 71 puntos. La teórica potencia de su juego interior, al menos en kilos y centímetros, se esfumó con las rapidísimas faltas de Kasun (vaya bluffff), y los cojones de Felipe Reyes. Comentario aparte merece el cordobés: cada día me recuerda más a Fernando Martín. Es un auténtico martillo pilón para los centers rivales. Es imparable en ambas zonas, especialmente de cara al rebote ofensivo. Y ayer se marcó media docena de canastas de esas que distinguen a los cracks de los buenos jugadores. Con total merecemiento, MVP de la final.

El otro gran triunfador es, por supuesto, Joan Plaza. En silencio, sin hacer ruido, se ha hecho un sitio entre los más grandes. Estudioso a ultranza de los rivales y de los partidos, dio una auténtica lección de lectura del partido, cambiado las defensas y los jugadores en función de lo que más interesaba en cada momento y de los esquemas de los rivales, teniendo en cuenta que el equipo juega, en ataque, con la misma filosofía, juegue quien juegue. Su apuesta por el baloncesto de verdad, materializada por dos magníficos bases (bueno, uno excepcional, Raúl, y otro, no tan bueno, Tunceri, pero que ayer hizo el partido de su vida), sólo podía salir bien. Ha dejado libre a Bullock de las tareas de dirección para que haga lo que sabe: anotar. Perfectamente complementado por Smith, que ha sido una auténtica revelación. Algo más pobre la aportación de Tomas, pero tiene mucho recorrido por delante. Por dentro, ha sabido superar los problemas de las múltiples lesiones, aunque contando con un tío como Felipe todo es más fácil. Hervelle se ha confirmado como uno de los mejores jugadores de nuestra liga, con una capacidad de adaptación bárbara al puesto que toque. Mumbrú (sobre el que sigo tenido mis reservas) ha hecho una temporada completa, ayudando en el juego interior más de lo que las estadísticas dicen. Y, junto a Felipe, un Sekulik que me ha sorprendido, sobre todo en play offs, y lo demás, mejor olvidarlo. Por que la temporada de Hernández Sonseca ha sido, simplemente, para olvidar. Y Hamilton y Varda, lastrados por las lesiones, nada han podido aportar. Y luego queda Moiso...

Es importante que el equipo más laureado de Europa vuelva a ser el outsider de referencia en todas las competiciones. A ver si eso hace que la apuesta de la directiva suba para el año que viene, con Plaza, eso sí. No hace falta buscar serbios ni italianos: los tenemos en casa.

Y, para terminar, una referencia a los artífices en la sombra del éxito. Antonio Martín y Alberto Herreros. Bárbara su fe en el equipo, en el entrenador, en sus posibilidades. Tres finales de tres torneos, y dos títulos. Para enmarcar.