lunes, 25 de septiembre de 2006

Preñez

Letizia está preñada. Otro niño al paro. Gracias a zETAp y a su republicanismo irredento.

Lo esperado

Por todos, salvo por el bobo solemne, cada día más bobo, cada día más artificialmente solemne, cada día más alejado de la realidad. El síndrome de La Moncloa le ha dado más rápido y más fuerte que a los otros. Todo el mundo con sentido común y criterio le advirtió que con ETA no podía ir ni a la esquina, que sólo se podía hablar con los asesinos de cómo y cuándo se rendían. Pues no, ha alimentado a la bestia, que estaba totalmente acorralada, ha traicionado el Pacto Antiterrorista, ha dejado en la estacada a muchos compañeros suyos que tenían una visión distinta (y, como se ha confirmado, más real), como Nicolás Redondo y Rosa Díez, laminándolos e imponiendo a otros tipos cómplices de su viaje al abismo. En fin, un repertorio inmenso de deslealtades, errores y soberbia, combinado con un odio a la concepción de España de nuestra Constitución. Ahora, los criminales anuncian que la tregua tiene fecha de caducidad, y mucho me temo que esa caducidad también le va a sobrevenir al bobo solemne. Y lo anuncian de forma que no haya lugar a dudas, esto es, pegando siete tiros que son siete aldabonazos en las conciencias de todos los que han sido tan estúpidos que han creido en poder domar a esos criminales.

Lo jodido de este caso es que los muertos los ponemos nosotros...