sábado, 25 de noviembre de 2006

Zapatero retratado

Leo en El Semanal Digital un artículo magnífico de Enrique de Diego, que plasma un retrato atinadísimo sobre el bobo solemne. No tiene desperdicio. Alguna de las joyas que le dedica:

"Un político profesional en el que la mentira es tanto un estilo como una costumbre. Que ni tan siquiera miente porque no distingue entre la realidad y la ficción. En cuyas intervenciones resulta casi imposible encontrar pensamientos coherentes. Que combina el más irresponsable radicalismo con la más vacua de las formas, con desprecio de las reglas básicas de la gramática que aconsejan organizar las frases con sujeto, verbo y predicado. Que es ignorado, cuando no despreciado en los foros internacionales, donde sólo se codea con tiranuelos o aspirantes a dictadores, que practican compulsivamente la nacionalización de intereses españoles. Que confunde, sin la más mínima duda ética, lo público con lo privado con el desparpajo del gorrón. Que combina el revanchismo guerracivilista con la ambición fatua de obtener el Premio Nobel de la Paz mediante el fácil expediente de rendirse a los verdugos vilipendiando a las víctimas. Este ilusionista que cree que la realidad se transforma mediante cataratas de verborragia y que presenta su sectarismo como talante, ha sido votado –y respaldado- por los españoles. Esto es lo grave. Ha sido cortejado por los medios. Ha sido elogiado por las cohortes de los artistas. y ha sido seguido por una parte importante de la juventud. Esto es lo grave. "

Y, como conclusión, lo que hemos comentado en muchas ocasiones: ¿cómo es posible que este tío haya llegado donde ha llegado?.¿Tan mal estamos en España para que un tipo de esta calaña pueda ganar unas elecciones?.

Pues la respuesta es dolorosa pero fácil: sí.

El artículo completo, en este link