jueves, 29 de abril de 2010

Mingote, los sindicatos y un gobierno de derechas

Extraordinario el chiste de Mingote. Y lo más jodido es que tiene toda la pinta de ser absolutamente cierto. Es inconcebible que los sindicatos no hayan reaccionado a las cifras brutales del desempleo. Es imposible en atención a sus más elementales principios de clase. Intolerable la dejación de sus responsabilidades como contrapeso social. Apesebrados, mamando de la teta del dinero público y de los impuestos que pagamos todos, no han movido ni una pestaña ni una ceja ante el abismo económico y social que se abre a nuestros pies, con su colaboración indispensable. Con el menor índice de afiliación de toda la UE, se permiten dar lecciones de una legitimidad que han perdido a borbotones de acuerdo con su sectarismo miserable. Más preocupados por Garzón que por los 5 millones de parados. Y Mingote los ha retratado de forma antológica. Esto es lo que le espera a Rajoy. A muerte contra un gobierno que intente gobernar.

Una vergüenza de país.

Zapatero en France Soir

No me puedo resistir a publicar este pedazo de artículo que France Soir, en su edición de 14 de marzo, le dedicó a Zapatero. No requiere ninguna explicación adicional:

EUROPA Y ZAPATERO (France-Soir, 14 marzo 2010)

Han tardado seis años en descubrir que detrás de la sonrisa de Zapatero sólo había un mal gobernante, pero los principales líderes europeos ya conocen al presidente español, al que le dan de lado y consideran un político dañino para España y para Europa. Como consecuencia de ese sentimiento, la “presidencia” española de la Unión está siendo la más deslucida y marginada en toda la Historia de la Europa común.
El gobierno alemán de Ángela Merkel está claramente distanciado de Zapatero, al que frena sistemáticamente sus propuestas; el francés Sarkozy, cautivado en un principio por el optimismo del español, ha dicho “basta”; el también socialista Gordon Brown, primer ministro británico, le teme y cree que la cercanía de Zapatero perjudica su ya decadente carrera como líder laborista; Berlusconi, simplemente, se ríe de su colega español; el presidente permanente belga, Van Rompuy, incapaz de entender al líder español y cansado de sus indefiniciones y trucos, se esconde y no quiere saber nada de él.
Los europeos han rechazado todas las iniciativas destacadas que Zapatero ha presentado como presidente de turno, desde sus recetas económicas para afrontar la crisis, hasta sus iniciativas por levantar las sanciones y cautelas de la Europa democrática frente a China y Cuba, sin olvidar el interés especial de Zapatero por abrir a Turquía las puertas de la Unión Europea.
La experiencia europea de Zapatero está siendo un calvario y lo peor no ha pasado todavía porque los principales líderes europeos ya le han descalificado y no están dispuestos a soportar sus sandeces.
En los pasillos de Bruselas se comenta que Merkel, Sarkozy y otros presidentes europeos están “indignados” por la pésima imagen que Zapatero está dando a Europa como presidente de turno, sobre todo en política exterior, donde es especialmente grave la amistad y apoyo de Zapatero a dictadores sanguinarios como los que aplastan a los pueblos de Cuba, Irán, Venezuela y otros.
El primer gran problema en Europa de Zapatero, que se estrenaba como “presidente de turno”, fue el rechazo al proyecto de aprobar un catálogo de sanciones para los Estados miembros que no cumplieran con los objetivos que se fijasen para Europa. Alemania dijo “no” y consideró incoherente que Zapatero pretenda aplicar en Europa lo que ha sido incapaz de aplicar en España.
Pero la humillación más hiriente, quizás la peor hecha por Europa a un presidente de turno el toda su historia, tuvo que padecerla Zapatero cuando fue excluido de la negociación del plan de rescate para Grecia y de la foto final, que fue lo que más le dolió. Lo pidió y hasta lo exigió, pero al final aparecieron en público Angela Merkel y el francés Nicolas Sarkozy, con Van Rompuy. Zapatero, visiblemente crispado y con el rostro demacrado por la rabia, tuvo que comparecer solo ante la prensa.
El mas reciente rechazo es el lanzado por numerosas asociaciones civiles europeas contra el “inquietante” documento sobre Internet que la presidencia española de la UE ha remitido a sus socios comunitarios. ¡Nadie quiere la Inquisición española!, grita La Quadrature du Net, que, en un comunicado urgente, denuncia “la deriva oscurantista de la presidencia española” e invita a “oponerse a esta visión extremista y peligrosa”.
Joaquín Almunia no oculta su desprecio por el dirigente español en sus conversaciones privadas y en alguna que otra pública. El comisario cree que, bajo Zapatero, la economía española no tiene otra salida que el colapso. Hasta Durao Barroso, hasta hace poco un admirador del socialista español, ya le da la espalda y procura no aparecer a su lado.
La última “puñalada” de Europa a Zapatero es reciente: el 25 de febrero la Comisión Europea, ya visiblemente contrariada porque el presidente español no hace caso a los consejos y recomendaciones que le dan las instituciones y los expertos, advirtió que la subida del IVA aprobada por Zapatero será perjudicial y frenará la salida de la crisis en España.
En España, un ZP aislado y terco como una mula, continúa avanzando hacia el abismo y llevando a su pueblo hacia el desastre, acompañado por un PSOE esclavizado y tan adicto al poder que parece dispuesto a sacrificar todo, incluyendo a la propia España, con tal de no dar el brazo a torcer y desprenderse del inepto que malgobierna la nave.
Los españoles, sometidos a un “régimen” que ya no consideran que sea una democracia, se sienten frustrados, sin confianza en el liderazgo, con miedo al futuro, presos del sistema y sin capacidad para lograr que Zapatero dimita y convoque elecciones anticipadas, como debería hacer si tuviera dignidad.
Internacionalmente aislado, Zapatero es también rechazado por un Obama al que le preocupa la pérdida de credibilidad del dirigente español. El presidente mulato de los Estados Unidos de América, antes admirado como un “dios progresista”, ya empieza a ser criticado entre los asesores de la Moncloa, mientras Zapatero sigue manteniendo la tesis suicida de que solo él tiene razón y que todos los demás están equivocados.
Sus únicos amigos en esta terrible coyuntura son los sindicatos, el degradado y sometido PSOE, la legión de los colocados y paniaguados que esquilman a diario las ubres del Estado y la multitud de fanáticos que la izquierda española ha reclutado en sus filas, tan cargados de odio contra la derecha que son incapaces de cuestionar a los suyos aunque hundan el país.

viernes, 9 de abril de 2010

Aznar pide al PP que "no tolere ni minimice nunca" la corrupción

Aznar pide al PP que "no tolere ni minimice nunca" la corrupción: "

El presidente de honor del PP, José María Aznar, ha pedido hoy al partido que sea ·implacable· contra la corrupción y que, por esta razón, ·no tolere nunca ni minimice· las conductas corruptas. Aznar ha pronunciado estas palabras ante los compañeros...[+]




Genial, Aznar. Pues a ver cuándo nos explicas qué coño hacía el Bigotes en la boda de tu hija. Más que nada por situarnos...

jueves, 8 de abril de 2010

Mi Viejo Cabanyal

Mi barrio, mi pueblo, mi alma. Cómo me duele lo que está pasando, cómo me duele la manipulación de los sentimientos de mi gente, cómo me duele el maltrato a mi vida, a mi pasado, a mis recuerdos... el Cabanyal que yo viví, y del que me fui hace más de 20 años, no volverá nunca, y no puede volver por mucho que unos acémilas se empeñen en salvar lo que no tiene salvación, lo que ellos mismos, o sus patronos financiadores, permitieron, desde el gobierno municipal al final de la década de los 70 y principios de los 80, que se degradara más allá del punto de no retorno. Me refiero al PSPV, claro. Porque yo recuerdo un barrio degradado desde hace muchos, muchos años, no desde ahora. Porque recuerdo cuando nos atracaban día sí ,día también, si no a mí a cualquiera de mi pandilla; porque recuerdo los primeros puestos de venta de droga a plena luz del día; porque recuerdo las calles sin luz, o con una triste y siniestra bombilla, las más de las veces rotas por una pedrada; porque recuerdo a mi amigo Pedro, a mi amigo Salva, a mi amigo el Chispa, que murieron por sobredosis o por droga adulterada, que compraban en el mismo barrio... y esto se produjo gobernando el PSPV. Y tengo muy presente cómo y cuándo entró mucha gente ajena al barrio, ocupando esas casas que fueron dejando vacías la muerte de sus antiguos ocupantes y la legítima aspiración de sus hijos a vivir en un lugar mejor. Recuerdo que el barrio, en el que llegué a conocer tres cines, estaba vivo, alegre, trabajador. Recuerdo a La Pilona, al Esquiaor; la procesión del Entierro, sentados en el bordillo de la calle tomando un bocadillo; las cremás imposibles de las fallas de la Travesía del Teatro; ir a comer la mona al polideportivo... todos esos recuerdos se han transformado en eso, en recuerdos, porque la miserable realidad del barrio es la que se ve todos los días, y que los medios han difundido hasta la náusea.

Hoy han derribado una casa en mi calle. Recuerdo vagamente allí una fontanería, cerrada hace tantos años que, cuando me lo ha recordado mi madre, me ha costado una barbaridad rememorar la imagen de esa tienda. Como tantas otras que cerraron, ahuyentadas por la degradación del entorno, hasta quedar convertido el barrio en un erial. Los alborotadores se han concentrado debajo de casa de mi amigo Domingo, donde estaba la fábrica de hielo, también derribada hace muchos años, y donde tantas aventuras imaginamos. Su techo era la estrategia perfecta para esos singulares partidos de beisbol que nos dió por jugar al inicio de la pubertad. Y he recordado que ese Cabanyal ya no existía. El Cabanyal que conocí, el que conoció mi madre y mi padre, no volverá nunca. Pero no es un invento mio: en 1970 Antonio Damiá (pariente nuestro) ya escribió un libro, "El viejo Cabañal", en el que decía, precisamente, eso: que el viejo Cabañal que él conoció, hace ya más de 100 años, ya no volvería nunca, porque lo que da vida a un entorno urbano son las personas, y esas, por el imperativo vital, desaparecen y son sustuidas por otra, distintas, y, por tanto, cambiantes de la configuración de lo que uno conoce.

Hoy hemos visto estas imágenes. Violencia y salvajismo, pero nadie del Cabanyal. Ninguno de esos sinvergüenzas desarrrapados conocían, ni por aproximación, nada del barrio más allá de los lugares de venta de droga, y las casas que les habían encomendado ocupar, previo pago. Por eso me he llevado una alegría, dentro de la inmensa tristeza que me produce lo visto, cuando he visto que una desgarramantas de esas se encarara con Carmen Alborch (quién te ha visto y quién te ve, ex Decana de Derecho, a la que pasábamos a ver cuando éramos universitarios para ver lo buena que estaba... qué estragos hace la edad y qué ridículo no querer asumir con dignidad los años que se van teniendo...62, camino de los 63...) llamándole cobarde, miserable, que no cumplía con lo prometido. Y verla balbucear, superada por los acontecimientos que ellos mismos han provocado, explotando la miseria de un pueblo, ha sido la justa medida a la desfachatez con la que actúan los socialistas, y en general una izquierda resabiada incapaz de admitir que en todas, absolutamente todas, las mesas electorales del Cabanyal, gana el Partido Popular. Ese es el verdadero mensaje que trasladan los cabañaleros, donde tienen que hablar, en las urnas: ampliación, sí, y además, ya.