Lo de Garbajosa

Nadie puede negar la gran contribución de Garbajosa al baloncesto nacional, ni en su versión de selección ni en la de clubs. Su palmarés, extraordinario, habla a las claras de la calidad que atesora. Como tampoco niega nadie la contribución de grandes mitos del basket español, como Corbalán, Epi, Martín y tantos otros. Que ya no están.

Nadie puede negar que ha tiene en su haber extraordinarias actuaciones con la selección española, coincidiendo, eso sí, con una inigualable, y esperemos que no irrepetible, generación de jugadores. Y que su actuación en el Mundobasket de Japón 2006 fue sencillamente memorable. Hace 5 años. Hace 5 años Shaquille O'Neal era candidato al Mvp. Hoy día es poco menos que desecho de tienta. El tiempo pasa para todos, hasta los más grandes.

Garbajosa fichó por el Madrid hace sólo año y medio. No es historia ni patrimonio intangible del club. Es más, su rendimiento en este tiempo, salvo alguna actuación concreta, ha sido para olvidar. El Madrid lo rescató de su error del Kimkhi, después de su paso por la NBA , un quiero pero no puedo, no por saber, sino por el físico. Inteligencia desbordante en un cuerpo limitado para pelear con esos prodigios físicos. Le ofreció un contrato millonario, que él redujo voluntariamente este verano, lo que habla a las claras de la calidad humana, para que liderada la transformación de una sección a la deriva. Y no lo consiguió . De forma que la decisión adoptada, en términos exclusivamente deportivos es lógica . Su tiempo para la élite del baloncesto ya pasó. Es lo que tiene el profesionalismo, que arrincona definitivamente el romanticismo que siempre fue bandera del basket.

Mucha suerte, Garba.
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