miércoles, 22 de noviembre de 2006

House, de récord



Leo que el episodio de ayer de House batió el récord de audiencia de Cuatro en programas no deportivos. Me jode que sea precisamente el canal de Polanco el que emita la serie, pero si para no perderme la posiblemente mejor serie que se emite hoy en día, tengo que ver ese canal, pasaré por las horcas claudinas del prisoe. 20% de audencia, y 3,7 millones de espectadores en el primero de los episodios de ayer, y cifras parecidas en el segundo, que era reposición.

¿Qué está pasando con esta serie, que se está consiguiendo convertirse en muy poco tiempo en una serie de culto?. Objetivamente considerada, se trata de una serie más de médicos, en la que el protagonista es un tío de lo más maleducado, que si te lo encuentras en una consulta en una situación dramática como la que plantean en los episodios probablemente lo abrirías en canal, que describe casos totalmente fuera de lo normal, con el típico vocabulario médico, y pruebas totalmente incomprensibles para un profano, y por lo que tengo entendido, incluso para muchos médicos, que alucinan con lo que ven y oyen. O sea, que lo tiene todo para ser un fracaso de audiencia. Pero no, todo lo contrario. Un absoluto éxito. Sobre todo entre gente con un nivel de educación medio alto, gente urbana, gente joven.

¿Quizás porque, como dice la presentación de la serie, es brutalmente honesto?. El título del episodio de ayer era todo un reto: "House contra Dios". Da una idea de lo que la serie pretende. En un tiempo en el que la deshonestidad impregna toda la vida social, un tiempo donde nada es lo que parece, un tío que es personalmente el arquetipo de un antihéroe, se convierte repentinamente en un icono para ese tipo de gente que comenté antes. Cualquier comentario es para enmarcar. Por ejemplo, cuando le dice "Si hablas con Dios eres religioso. Si Dios habla contigo, eres sicótico". O cuando dice "Dios habla con él. Sería una arrogancia creerme mejor que Dios". O las "perlas" que le dedica a los pacientes. En condiciones normales, para darle una paliza. En estos momentos, objeto de todo tipo de votaciones para ver cuál de todas es la mejor, y comentarios en todos los círculos.

Sólo le veo un problema: que los médicos quieran emularlo, y si ya la relación paciente médico en la sanidad actual es un problema, se acabe convirtiendo en una locura, a poco que alguno más de la cuenta le de por imitar al irrepetible Dr. House. No creo que aquí, en España, se permitan algunas cosas como las que él dice.

Entre tanto, cada martes, seguiremos venerándolo. Aunque sea en Cuatro.