domingo, 10 de junio de 2007

Chesterton, mes de junio

Esperaba con gran interés la edición del mes de junio de la revista Chesterton. Conscientemente, no quise realizar ningún comentario sobre la edición de mayo, por si había sido un pequeño gatillazo, un mal momento... pero me temo que no. No me está gustando nada la deriva que está tomando la revista. Es cierto que no engaña en su orientación cristiana, es más, se agradece esa vocación, pero de ahí a que se esté convirtiendo en una revista de teología, en lugar de la prometida revista de opinión y análisis de la realidad con sentido común, media un abismo. Tremendo lo de este mes. Incluso un artículo dedicado a la doctrina sobre la resurrección de los muertos!!!. Por favor... El artículo, como siempre genial, de Aleix Vidal Quadras, y un par de toques, como el de David Gistau y poco más, no justifica la compra de la revista. Incluso el artículo de Pío Moa se limita a ser una contracrítica de un libro donde lo ponen a parir... no es eso lo que se espera de él, creo yo; para eso tiene el blog de Libertad Digital, pero en una revista mensual...

Sin embargo, y contra pronóstico, esta edición de la gacetilla de humor "La gallina ilustrada" no estaba mal. Un par de articulillos tenían bastante gracia, especialmente el dedicado al viaje del Rey a Hungría. Me temo que la derecha ha perdido abiertamente el respeto a la monarquía; por algo será.

Total, que me ha decepcionado. Le concederé un par de números más, por si reconducen la línea editorial. Cuando quiera una revista de teología, me la compraré, pero no escondida en una pretendida gaceta de análisis, información y sentido común. No es eso...

Es la suerte de ser libre en un país libre: si te gusta, compras, y si no, pues no.

Toison de Oro para Adolfo Suarez


El Rey acaba de conceder a Adolfo Suarez el Toisón de Oro, que es la máxima distinción que puede conceder personalmente como Rey. Un poco tarde, cuando ya no puede ni apreciar no sólo el valor de la distinción, ni siquiera la propia distinción. Un mínimo reconocimiento a un hombre del que se dijo de todo por parte del PSOE, al que se acusó de las barbaridades más inimaginables, pero que ahora, con el paso del tiempo, recibe hasta de la impresentable y sectaria vicepresidenta de la vogue palabras como que «actuó como un político de palabra y como un ciudadano lleno de esperanza» en unos años que fueron «cruciales y muy frágiles», y «personificó todo el coraje y toda la valentía con que los españoles estaban empujando la transición de la dictadura a la democracia». «Si el rumbo no se desvió y conseguimos avanzar hacia un sistema democrático, fue gracias a personas como Adolfo Suárez», agregó la portavoz, quien le expresó, en nombre del Ejecutivo y de «todos los españoles», su «agradecimiento y admiración».

Una vez más, no tienen de qué arrepentirse... en fin. Sin que sirva de precedente, creo que todos los que vivimos con gran curiosidad, porque nuestra edad no nos permitía más, la decisiva época de la transición, no podemos menos que suscribir las palabras que le dedica la vice. Admirable su disposición, su elegancia al retirarse, su dignidad para asumir el declive.

Para una vez que el Rey acierta, no vamos a criticarlo.