lunes, 14 de septiembre de 2009

Bye, Zp, bye

Primero, Jordi Sevilla, que se marchó diciéndole de todo, menos guapo. No hay más que leer su blog. Una absoluta y radical discrepancia, eso sí, manifestada con elegancia y mesura, como corresponde. Luego, César Antonio Molina. Este sí ha sido discreto. Ni una mala palabra, ni una buena idea. Aunque lo haya hecho bueno la nueva Ministra de los titiriteros. Ahora, Solbes. Este no es un cualquiera. No sólo ha sido el Vicepresidente segundo del Gobierno, es que, además, ha sido el número 2 por Madrid en las dos elecciones. Esto es, la gran apuesta económica de Zp. La estabilidad ofrecida a toda la economía como contrapeso a una propuesta política global populista, demagógica, casi chavista. Pues ese, también se va diciéndole "ahí te quedas, hermoso", con tus "gracietas" que estaremos pagando los españoles por varias generaciones. Y, ahora, la subida de impuestos, que analizaré con más detenimiento en otro post. Esta es la prueba del nueve que faltaba para demostrar que es el camino más equivocado que podía escoger el de la ceja: hasta su gran apuesta económica le abandona, harto y asqueado de tanta tontería. Así, se ahorra el trago, insoportable, amargo, de tener que votar unos presupuestos generales del Estado con los que nadie con un elemental criterio económico podrá comulgar. Hacía tiempo, antes de su dimisión, que ya no transmitía nada, y su salida era necesaria. Pero claro, cambiándolo por alguien con un elemental criterio económico, no por la Salgado, que es, simplemente, la voz de su amo.

Pésima noticia, en tanto que constata la profundidad de la irresponsabilidad de la política de la ceja. Buena, en tanto que pone de manifiesto que ya, ni los suyos, creen en él.