El Gobierno catalán dice que hay comunidades que "no tienen sentido": Sin dar nombres, la vicepresidenta catalana se ha quejado de que haya comunidades que sugieran devolver competencias.
Pues, aunque resulte molesto, tiene razón. Hay CCAA que no tienen ninguna razón de ser, más allá del manido "café para todos" de la época de la Constituyente. Nos hemos convertido en autonomistas a la fuerza, aunque ello haya supuesto la pérdida de la percepción de lo español. Desde luego, al que se le ocurrió intentar diluir un problema creando uno mayor, tanto desde el punto de vista de la coherencia del Estado, como de la sostenibilidad de las estructuras administrativas y políticas, no debería pasar a los anales de la historia (aunque el término "anales" podría ser aplicable, depende cuál fuese el sentido de la palabra). El daño causado es mayúsculo. Porque ni siquiera se preocupó de establecer un mecanismo para una eventual devolución de competencias (a ver quién es el guapo que asume las competencias autonómicas en, por ejemplo, Sanidad, con la evolución del gasto que han aplicado las CCAA desde las transferencias) ni, y eso es gravísimo, de articular un mecanismo para la recuperación de las mismas o, en el peor de los casos, para la armonización de las compentencias (v.g. el fracaso de la LOAPA).
En fin. Se acabó el sueño de la administración pública infinita de España. Esperemos que el necesario ajuste que nos imponga Bruselas también imponga la racionalización del sector público.
