Es curiosa la sensación que se siente cuando participas en alguna de las plataformas web 2.0, como este mismo blog, o en Youtube (a lo de twitter sigo sin verle la gracia...), y esa información o percepción de la realidad que trasladas, no necesariamente a nadie particular, sino a eso ambiguo e intangible que llamamos "el ciberespacio", llega a alguien, y te retorna una valoración sobre el mismo. Es algo parecido a la emoción, no?. El caso concreto es el de unos vídeos que subí hace tiempo a Youtube, y específicamente un montaje con fotos de un viaje a Venecia que hicimos en diciembre de 2004. Pues bien, ese vídeo ha sido visto, al día de hoy, por 1.955 personas de todo el mundo, ha sido valorado (con la puntuación máxima...) por 6 personas, y lo han vinculado a otras páginas web en cuatro ocasiones, con lo que su difusión será todavía mayor. Y otro vídeo, un montaje de imágenes de cuadros de Kandinsky, ha sido visto por otras 1.879 personas, valorado (también con la puntuación máxima), por 9 personas, y vinculado a otras páginas web en 5 ocasiones, un par de ellas lo valoran de la siguiente manera:
"Anoche encontré un documental muy interesante, en menos de dos minutos se nos propone un viaje para seguir las pistas de la obra pictórica de Wasily Kandinsky, de su intensivo uso del color y de su escape de las formas."
Sería un poco presuntuoso por mi parte admitir que eso era lo que pretendía cuando monté el vídeo, pero tampoco sería sincero si dijera que no me ha llenado de satisfacción esta valoración. Pero no hablo de ego, bueno, en parte sí, sino de la incidencia que puede tener en los ámbitos más insospechados cualquier iniciativa que se adopte, aunque sea, como en este caso, un mero entretenimiento de una noche desvelado. Varios de los links son extranjeros, es decir, que el ámbito de percepción de lo publicado trasciende al meramente hispano. Gracias a esos links, los vídeos se han visto en muchas más ocasiones. En concreto, una página informa que el de Venecia se ha visto en 1.941 veces más, a lo que habrá que agregar los links que desde esas páginas se vayan produciendo. Es una muestra en primera persona del efecto de la viralidad en internet: cualquier idea lanzada tiene un impacto absolutamente imprevisible. De ahí que los políticos y los medios de comunicación tradicionales tengan auténtico pánico a esta herramienta: sencillamente, no la controlan...
Facilitando la tarea: aquí está el de Venecia
y aquí el de Kandinsky
"Anoche encontré un documental muy interesante, en menos de dos minutos se nos propone un viaje para seguir las pistas de la obra pictórica de Wasily Kandinsky, de su intensivo uso del color y de su escape de las formas."
Sería un poco presuntuoso por mi parte admitir que eso era lo que pretendía cuando monté el vídeo, pero tampoco sería sincero si dijera que no me ha llenado de satisfacción esta valoración. Pero no hablo de ego, bueno, en parte sí, sino de la incidencia que puede tener en los ámbitos más insospechados cualquier iniciativa que se adopte, aunque sea, como en este caso, un mero entretenimiento de una noche desvelado. Varios de los links son extranjeros, es decir, que el ámbito de percepción de lo publicado trasciende al meramente hispano. Gracias a esos links, los vídeos se han visto en muchas más ocasiones. En concreto, una página informa que el de Venecia se ha visto en 1.941 veces más, a lo que habrá que agregar los links que desde esas páginas se vayan produciendo. Es una muestra en primera persona del efecto de la viralidad en internet: cualquier idea lanzada tiene un impacto absolutamente imprevisible. De ahí que los políticos y los medios de comunicación tradicionales tengan auténtico pánico a esta herramienta: sencillamente, no la controlan...
Facilitando la tarea: aquí está el de Venecia
y aquí el de Kandinsky
