miércoles, 27 de diciembre de 2006

Otra de House

Ayer terminó la segunda temporada de House, que volverá el 9 de enero (ya estoy contando los días...), con un episodio absolutamente sensacional. Los resultados de share volvieron a ser magníficos para la cadena de Prisoe, cercano al 20% y más de 3,4 millones de espectadores. Lógico, la calidad se acaba imponiendo. Y la cadena está explotando adecuadamente un filón que ha encontrado. Por contra, otra serie de culto, como ha sido Friends, la está arrastrando miserablemente por la parrilla. Diariamente, 3 episodios sin ninguna relación temporal, por lo que resulta imposible hacerse una idea de lo que ha supuesto esta serie. Tratamiento similar han dado otras cadenas a series de similar éxito, arrastrándolas y exprimiéndolas hasta que no quede ni una gota de zumo y provoque el hastío de los que hemos sido seguidores fieles. Esperemos que con House no hagan lo mismo y lo respeten (aunque ya han repetido la primera temporada), tal y como han hecho con otra magnífica serie, Roma.

Primera parte, superada.

El primer trago navideño ya ha sido superado. Diría, incluso, que con éxito, en tanto que he sobrevivido sin necesidad de recurrir al orfidal, salvo para dormir, claro está. ¿Qué he conseguido?. Pues, así, en resumidas cuentas, un par de kilos más, de esos que se ponen en el peor sitio posible (ahí, en el costadito, para que sea imposible de eliminar), que me pienso quitar antes de la próxima andanada, esta vez para la igualmente odiosa noche de fin de año, un buen paseo por el puerto el día de Navidad, una copa en Bolsería (a 8 €!!!, esto es Europa??), ah!, y un precioso marquito de plata, regalo de mamá. Por contra, 100 € menos en estrenas navideñas (la tradición es la tradición), ardor de estómago, y unos cuantos saludos forzados y felicitaciones a contramano. El lado oscuro no pudo conmigo...

Ayer fue día de revival. Tomamos las mejores anchoas del mundo, en Casa Guillermo, y luego bajamos hacia casa dando un paseo por el mismo camino que seguí durante años cuando venía del colegio. Los recuerdos se agolparon: esa amiga que murió, esos compañeros que hace tantos años que no veo, esos amigos a los que me sigue uniendo un mail de vez en cuando, tantas anécdotas, Casa la Ñerra, Casa la Guapa, el vinagrero, los primeros amores... Recuerdos bonitos, todos ellos, vistos con la perspectiva del tiempo.

Ya se fueron los niños. Ha salido bien, para lo que es esto. Puede que sea el último año en que podamos celebrarla todos juntos, ese sentimiento estaba implícito, flotaba en el ambiente, y creo que eso ha hecho que las cosas fueran más fáciles.