martes, 13 de febrero de 2007

Pepiño, again

¿Se puede ser más rastrero, se puede ser más indigno, se puede ser más inmoral, se puede ser más miserable?. Pues parece que sí. La prepotencia y la soberbia con los indefensos, el ensañamiento con los más débiles, el abuso del poder, es uno de los signos de degradación humana más evidentes. Y éste los está demostrando todos.

Por una vez, que la justicia sea justa, y que lo ponga en su sitio. Por favor...

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