Con una notable diferencia respecto a la nueva "zapatera" Royal, la derecha clásica, sin complejos, de toda la vida, liberal, responsable, demócrata, representada por Sarkozy, se ha impuesto en un país con un 25% de empleados públicos y acostumbrado a mirarse el ombligo como ninguno. Su triunfo ha sido respetado por la izquierda como acostumbra: con oleadas de disturbios callejeros, incendios de coches y la reedición del TSS (tout sauf Sarkozy, todo menos Sarkozy), que en España sería traducido como el "cordón sanitario" contra el PP, o el boicot a sus iniciativas parlamentarias o lindezas similares. Así es como entienden la grandeur en el ombligo corrupto de la vieja Europa. Qué casualidad: desde que nuestro bobo solemne decidió que volviéramos a la Europa de Chirac y Schroeder, ha conseguido que desaparezcan de la escena, sustituidos por Sarkozy y Merkel, sus antítesis. Es gafe. A ver si tenemos la misma suerte que los franceses y los alemanes y nos lo quitamos de encima rápido.
Por cierto, que Royal debe de estar maldiciendo el momento en que se le ocurrió invitarlo a participar en la campaña electoral. Momento que inmortalizó el Grupo Risa en este magnífico vídeo...
Por cierto, que Royal debe de estar maldiciendo el momento en que se le ocurrió invitarlo a participar en la campaña electoral. Momento que inmortalizó el Grupo Risa en este magnífico vídeo...
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