Extraordinaria velada de basket la de ayer noche. La imagen de Steve Nash con la nariz sangrando da una idea de la intensidad de lo que vimos (gracias a internet) en el US Airways Center. Impresionante su duelo con Parker, resuelto con números muy parejos (31 contra 32 puntos del francés, y 8 asistencias cada uno), quizás la clave del partido estuvo en Duncan (33 puntos, 16 rebotes, 3 tapones) y la aportación puntual de Finley. Son estilos de juego totalmente distintos: los texanos juegan un basket tremendamente práctico, y se mueven con comodidad en tanteos por debajo de los 90 puntos, mientras que Phoenix es una máquina brutal en ataque, aunque acusa la falta de centímetros y de rotación ante un equipo con un jugador tan determinante como Duncan (perdieron por 49 a 35 en los tableros). No consiguieron dominar el tempo del partido, aun yéndose a un 106-111, y buena parte del partido se les marchó por ahí. Pero esto sólo le da la ventaja de campo a San Antonio, y sólo temporalmente. Eliminado Dallas, y a pesar de este resultado, sigo pensando que los de D'Antoni siguen siendo los máximos favoritos. Y los segundos, San Antonio. Así que estamos ante la final anticipada.
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