Campeones ULEB

Este año la ULEB sí tenía premio gordo: no sólo poner un cacharrito más en las vitrinas del Bernabeu, sino una plaza directa en la Euroliga del año próximo. Dos títulos ya jugados en la temporada, y uno en el bolsillo y una final. No está nada mal. Y líderes en la liga. Este Madrid del "desconocido" Joan Plaza sí que hace baloncesto del de verdad, del de siempre, en el que el balón lo sube un base, en el que los jugadores interiores hacen un daño enorme (Felipe es un auténtico monstruo) y los exteriores, una amenaza añadida, no la única forma de ganar un partido. Le han dado el MVP a Charles Smith, que todo sea dicho se ha marcado un partidazo, y lo ha roto con esos triples inmensos, decisivos. Pero creo que hubiera sido todavía más justo si se lo hubieran dado a Felipe. Es increible ver cómo se parte la cara en las zonas con tipos mucho más altos que él, y cómo acaba con unos registros estadísticos impecables, aparte de esos considerados "intangibles".

La dirección de Plaza, salvo en el segundo cuarto, ha sido impecable. Rotaciones largas, profundidad de banquillo, para que todo el mundo se sienta importante, para que todos lleguen en las mejores condiciones físicas y de faltas a los momentos decisivos del encuentro. Muy buenas las defensas sobre los tiradores exteriores lituanos (realmente, su única arma), y siempre buscando la opción para el jugador interior, que o recibían en posición ventajosa o doblaban balones mortíferos para los jugadores exteriores (por ejemplo, Smith).

Los lituanos tampoco eran nada del otro jueves, más bien limitados en talento, aunque serios y luchadores. Un fracaso el ex laker Kareem Rush, no aportó absolutamente nada. Me recuerda el petardazo de Larry Spriggs.

Y, ahora, a por la liga, sin complejos. Hay que reconocer que el trabajo de Antonio Martín y Alberto Herreros, a los que han dejado trabajar con tranquilidad, reforzando la plantilla con los toques justos ante la avalancha de lesiones, ha sido extraordinario, y una de las claves del éxito, junto con la apuesta de Plaza. Pero no hay que olvidar que se ha vuelto a jugar al baloncesto con raices, con un base extraordinario y un magnífico suplente. Y así se ganan trofeos...