lunes, 12 de marzo de 2007

Lo del sábado

No tengo un tema concreto sobre el que escribir, no por falta de ideas, sino por todo lo contrario, por acumulación. Muy importante lo ocurrido este fin de semana: ante una manifestación masiva, impresionante, cívica, ordenada, respetuosa, se ha revelado un PSOE y un gobierno absolutamente roto, superado por los acontecimientos, sin perfil político (la contestación de Pepiño de que son la mitad los asistentes que los muertos de Irak son tan impresentables como el personajillo), sin ideas, sin posibilidades de rehacerse y gobernar, que es para lo que se le paga. Una auténtica vergüenza en el fondo y las formas. Estos neostalinistas de Vogue y Armani pretenden mantener el monopolio de la calle que se labraron en el siglo XVIII, y establecer cordones sanitarios en torno a una opción política que es, de largo, la que más afiliados tiene de España y que concita el voto de casi la mitad de la población. Están profundizando en una idea de España rota, como en el siglo XIX, con Fernando VII y la Constitución de Cádiz, o, siendo más pesimistas, con las dos españas de la guerra civil. Muy peligroso el camino que están andando estos insensatos. Queda, en cualquier caso, el ejemplo de una multitud que, con educación, civismo y sentido democrático, dejó claro su rechazo a la política entreguista del bobo solemne, y no como en otras ocasiones movilizados bajo el paraguas de la sensibilidad que provocan las víctimas del terrorismo, no, movilizados bajo unas siglas políticas inconfundibles. Rajoy y el partido entero demostró una impresionante capacidad de movilización que debería hacer pensar, no al gobierno, que no lo hará, sino a esas formaciones políticas que se han sumado a la exclusión vergonzosa del PP en el Parlamento, lugar natural para el desarrollo de la confrontación política.

Las opinión pública tiene claro qué quiere, y a quién desprecia: el ABC publica una encuesta sobre la intención de voto en las elecciones municipales, en Madrid Comunidad y Ayuntamiento. Resultado previsible: barre el PP en ambas. El efecto De Juana, todavía no totalmente descontado en la encuesta, profundizará mucho más en esa victoria apabullante. El resultado de las autonómicas puede ser de escándalo. Bien hará el PP en no relajar la tensión respecto de estas políticas ominosas. Por el bien del Estado.

Bueno el artículo de Antonio Martin Beaumont en El Semanal Digital. El link, aquí.

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