Comienza 2011. Año complicado, año difícil, año imposible.
Año de cambio. Nada volverá a ser como antes. El otro día leí una pintada (que han vuelto): "Si falta pan para nuestros hijos, habrá disturbios para vosotros". Un aviso. Manifestaciones como las que hemos vivido, las tendremos todos los días. Y no los parias de la tierra, sino los que han usado y abusado del pesebre, hasta que se ha secado la teta. Y esos no nos van a perdonar ni un cambio en sus condiciones y privilegios.
Final de ciclo. Político, personal, profesional. En Murcia, en España. En todas partes.
Va a ser un año muy largo. 365 días, eternos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario