miércoles, 16 de septiembre de 2009

De la subida de impuestos (I)

Primera parte del análisis de la prometida subida. Conforme vayamos sabiendo datos, iremos evaluando su impacto. Ahora, una reflexión política sobre los mecanismos de análisis en la toma de decisiones este Gobierno. No perdamos de vista que la política es el arte de hacer las cosas posibles, ni más ni menos. Pero si el pragmatismo se contamina de ideología barata, del desprecio intelectual al que no piensa como uno, de la apelación a los bajos instintos y a luchas de clases superadas por la razón y la lógica, la cagamos. Pero bien cagada. Que es la situación actual... Veamos cómo ha evolucionado la visión política zapateril en cuanto a la utilización del sistema fiscal:

"Bajar impuestos es de izquierdas" (Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno y secretario general del PSOE). Declaración de fe realizada ante su Comité Ejecutivo en 2006. Creíamos que no era así, pero chico, si lo dice él... pues habrá que creerle...Por tanto, el corolario es inmediato: "subir impuestos es de derechas"... entonces, lo que hizo Aznar durante 8 años, ¿qué fue?. ¿O era Aznar de izquierdas?. No parece... algo no cuadra...

"Subir impuestos también es de izquierdas" (Manuel Chaves, vicepresidente del Gobierno y presidente del PSOE). La semana pasada, sin ir más lejos. Pues mira, sí, eso era lo que creíamos todos, pero después de oir a Z lo dudábamos... corolario 2: "bajar impuestos es de derechas". Era lo que teníamos en mente, pero claro...

Por tanto, todos contentos: subir impuestos y bajar impuestos es, al mismo tiempo, de izquierdas y de derechas. O sea, que es de izquierdas subir y bajar impuestos... todo es verdad, una cosa y su contraria, al mismo tiempo... y no es un juego de palabras, es que es la realidad: el pragmatismo en la aplicación de los instrumentos de política económica no tiene color político: o se utilizan, o estamos, como dije al principio, ante una gran y pestilente cagada. Y más tras la incorporación al euro, donde se cede espacios de soberanía económica, como la política de tipos de interés o la de cambio de la moneda, a una institución supranacional que los regula en función de Dios sabe qué intereses, pero que, sean los que sean, hablan alemán. Así que la política tributaria, como parte de la política presupuestaria, tanto en la vertiente de los ingresos como del gasto fiscal, es el instrumento de política económica más potente que dispone un gobernante actual de un estado de la UE. Y renunciar a ese instrumento por una aplicación bastarda de una presunta ideología es, lisa y llanamente, una estupidez que un país moderno no se puede permitir.

Por tanto, lo dicho: subir o bajar impuestos no es de derechas o de izquierdas. La política tributaria es del que sabe qué hacer con un país. Sea del color que sea.

Zapatero a tus zapatos...

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