Twitter

Una nueva palabra causa furor en la web: Twitter. La idea no puede ser más simple (para eso la han creado yankees): cualquiera pueda crear una cuenta en esta web mediante la cual cuente en forma de mensajes cortos qué está haciendo en cada momento, actualizándolo con la frecuencia que le apetezca. Una especie de mini blog de lo cotidiano, descendiendo hasta el menor detalle. He entrado a echar una mirada (insaciable curiosidad) y, realmente, me ha parecido una chorrada. Seguramente es que no he captado la utilidad, pero es que se me ocurren poquísimas utilidades prácticas al asunto. Como todas estas aplicaciones cuyo interés pasa por la posibilidad de conectarte en tiempo real con personas de tu entorno, puede resultar útil para mantenerte en contacto con éllos, pero no veo que lo sea más que el messenger, gtalk o cualquier otro sistema de mensajería instantánea. Y le veo riesgos, como la posibilidad de que "fisgones" profesionales o gente tarada se dedique a hacer seguimientos enfermizos a otras personas, sin necesidad de moverse de su sillón. La ventana indiscreta, versión web 2.0.

Con todo, está siendo un auténtico bombazo. He leído a sesudos y respetados analistas que dicen, incluso, que es sumamente adictivo. Me parece un auténtico disparate. Aunque imagino que para los chavales jóvenes, que son capaces de estar simultáneamente en el messenger, mandando SMS por el móvil, jugando con la Play Station o la Nintendo DS, y hablando contigo, será una posibilidad más de socializarse y, por tanto, se convertirá en un exitazo en cuanto su difusión sea mayor. Difusión que, por otra parte, y como todos los éxitos en web 2.0, es básicamente viral, a través del boca a boca del siglo XXI, esto es, los blogs. Que es la parte verdaderamente interesante del fenómeno, su difusión, y que no se debe perder de vista a la hora de evaluar el impacto de nuevas estrategias de difusión de productos, servicios o ideas.