miércoles, 28 de marzo de 2007

House vs. Zapatero

También es mala leche poner al bobo solemne a la misma hora que al tío más listo de la pequeña pantalla. Todo para que se diera un baño de multitudes, después de la racha de cagadas consecutivas más espectacular de la historia de la democracia. Obviamente, no lo vi. Estaba House como para perdérselo, y menos con la competencia de este tío. Pero, por lo que he leído, no ha aprendido nada: vive en el país de las maravillas, pero no tiene ni idea de lo que cuesta un café. Claro, se lo pagamos entre todos, o sea, que a pajera abierta. Como sería el coñado que hasta Lorenzo Milá, nada sospechoso de desafección al régimen, ha dicho que no le gustó el tema, que faltó espontaneidad, que estaba todo como muy preparado, "muy previsible". Pues anda que...

En la parte interesante (o sea, House), efectivamente, como anticipé, se ha agotado la línea Tritter. Ayer tocaba un episodio filosófico sobre la vida y la muerte. Estupendo el paralelismo entre la joven violada que no quería abortar, y el vagabundo moribundo que no quería alargar su vida. Enfrente de ambos, la visión siempre brutal de Gregory (aunque ayer volvieron a aflorarle rasgos de humanidad...), y la visión idílica, casi zapateril, de Cameron.

Al final, House gana, como siempre. La chica abortó.

A zETAp le crecen los enanos... y eso que los de Cuatro dicen ser sus amigos...

No hay comentarios: