lunes, 18 de septiembre de 2006

Nuevo disco de R.E.M.


Ya he escuchado el último disco de REM, esto es, el recopilatorio de los primeros años. Comienza, como no podía ser de otra manera, con Begin the beguin, luego Radio Free Europa, 7 chinese brothers, So Central Rain, Finest Worksong, The one i love, Fall on me, y otras de las más conocidas de esa primera etapa, acabando, como tampoco podía ser de otra manera, con It's the end of the world. El segundo cd, de versiones en directo, mezclas raras y otras canciones que no han sonado. La mulita no ha dado para el dvd con los vídeos originales, así que acabaré pasando por caja para hacerme con el lote completo. Para que luego digan los de la sgae que el p2p acaba con la música... al contrario. Oido el disco, y como vale la pena, lo compras. Si no, de qué te vas a gastar los 20 € (o más) que vale, para luego encontrarte con una castaña. Vaya visión del mercado...

Comentario: pues que suenan ya un poco viejas. Siguen siendo temas de calidad, si eres capaz de situarte en el momento de su génesis, pero hoy me han sonado un poco pasadas de moda. La música buena siempre será buena, eso está claro, y esta recopilación recoge canciones francamente buenas. Pero que sea buena no quiere decir que suene actual. Me pasa al contrario que Dire Straits, por ejemplo. A mí me suenan frescas todavía, y Sultans of Swing tiene más de 25 años. No le pasa a REM lo mismo, y mira que lo siento. De todas formas, prefiero oir este recopilatorio al insufrible Around the Sun. Si esa es la línea que van a seguir en el nuevo disco que empiezan a grabar, mala cosa. Veamos la parte positiva: al menos un nuevo disco nos puede dar la oportunidad de que organicen una nueva gira, y volverlos a ver, sobre todo porque en la gira cantarán sus viejas canciones, aunque intenten promocionar el nuevo disco, la gente lo que quiere es lo otro, lo de siempre, lo que les elevó a la categoría de grupo de culto. Por cierto, que hasta ahora no me había dado real cuenta de lo que ha supuesto en sonoridad la marcha de Bill Berry...

Recomendación: si no se tiene los primeros discos, es una muy buena recopilación de esos años más alternativos e, incluso, recordando los coqueteos de Stipe con el punk. Pero que nadie espere un Losing my religion o un Electrolite, ni un Daysleeper, ni nada por el estilo. Si se tiene todo, pues las rarezas que incorpora pueden justificar su adquisición. Y de los vídeos, algunos de éllos no están en la mulita, así que es la única oportunidad de verlos.

Vale la pena, en suma.

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