Hoy ha tocado jornada tipical holandesa: molinos de viento. Vale, que monos. Nada de particular, su gracia y ya esta. Como los de la Mancha, pero con agua. Luego, Delft. Vale, pues otro pueblo con sus iglesias y su canales, nada mas. Al menos, pude mojarme los pies en el mar del norte...
Otro capricho cumplido. Ya falta menos para volver a casa.
jueves, 24 de agosto de 2006
mas holanda
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